sábado, 5 de julio de 2025

El Abrazo de ¿Judas?

 


Realmente por mucho tiempo dejé de escribir en el blog porque estaba desencantada de la política.

Pero estamos viviendo en tiempos peligrosos, así que creo que hay que actuar en defensa propia.

Nadie me va a defender si no lo hago yo misma.

Fue justamente al ver esta foto de este hombre (que es tenido en un pedestal por tantos compañeros), junto a mi amada Cristina, que me puse a recordar lo que ha hecho, y lo que han hecho compañeros que conozco personalmente, y que me transmitieron sus experiencias en forma de enseñanzas.

Y lo que aprendí es que estar preso en sí mismo no es un mérito, sino que el mérito consiste en resistir y no dejarse doblegar.

Y que esa resistencia se demuestra por la fidelidad a los compañeros y a las ideas que nos hermanan.

Porque si cuando salís de la prisión empezás a hacer alianzas con gente de derecha, y la gente de tu mismo partido te cuestiona, pero no te importa... ¿es porque sos muy creído (pagado de vos mismo) o porque estás condicionado por alianzas inconfesables?

Si te ponés a cuestionar a gobiernos de izquierda de Sudamérica sin tener un verdadero fundamento de izquierda en tu cuestionamiento, y en cambio usás argumentos de la derecha... ¿no estás siendo funcional a esa derecha que decís combatir?


Porque cuestionaste públicamente el resultado de las elecciones, pero cuando se ratificaron legalmente no aceptaste públicamente el resultado.

Y cuando Rusia propuso a Venezuela como integrante del BRICS te opusiste.

Claramente se ve quiénes son tus patrones: los que te encerraron y luego te soltaron, graciosamente.

Los que te pusieron a una mujer más joven al lado.

Los que saben tus sucios secretos y con eso te retienen en sus manos.

Los que te va a posibilitar una vejez tranquila, sin sobresaltos.

Lo que los compañeros me transmitieron es que cuando el tiempo pasa, y te debilitás físicamente, tus ideas cambian, y la vejez en vez de hacerte más sabio te vuelve más cobarde.

Muchos aflojaron en prisión, pero lo demostraron después, cuando le convino a sus nuevos jefes.

Algunos llegan a presidente, como en tu caso, o cruzando el charco, en otro caso muy parecido de otro santificado por los medios de derecha para atacar a los nuestros.

Entonces estás a un paso de convertir a tu país en el próximo proxi de una guerra de la OTAN, con, por ejemplo (es solamente una suposición, ¿eh?) Venezuela.

Y el que va a terminar pagándolo es tu pueblo.