Hoy,
mientras cenábamos en un restaurante, vimos en la tv la represión a los
docentes, en eso llegaron dos policías de esos de la cuadra, mi sobrina de 5
años los miraba mientras conversaban con su mamá sobre la compleja situación de
uno uno de ellos, pues es hijo de una docente. Luego de que mi prima le
planteara el interrogante de qué hacer si lo mandaban a reprimir a su madre, mi
sobrina, decía, los miró y les dijo "no les peguen a los maestros" a
lo que ellos respondieron bajando la vista...
"Lo
sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar
correctamente.
Lo
sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.
Lo
sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el
secundario.
Lo
sabe un adolescente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones,
la edad en la que nada se sabe con certeza.
Lo
saben sus padres.
Lo
saben sus abuelos.
Lo
sabe el tutor o encargado.
Lo
saben los que no tienen estudios completos.
Lo
sabe el repetidor.
Lo
sabe el de mala conducta.
Lo
sabe el que falta siempre.
Lo
sabe el rateado.
Lo
sabe el bochado.
Lo
sabe hasta un analfabeto.
No
se le pega a un maestro.
No
se le puede pegar a un maestro.
A
los maestros no se les pega.
Lo
sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo saben los
repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los bochados, sus padres,
sus abuelos, cualquiera lo sabe, pero no lo saben algunos gobernadores.
Son
unos burros.
No
saben lo más primario.
Lo
que saben es matar a un maestro.
Lo
que saben es tirarles granadas de gas lacrimógeno.
Lo
que saben es golpearlos con un palo.
Lo
que saben es dispararles balas de goma.
A
los maestros.
A
maestros.
Lo
que no saben es que se puede discutir con un maestro.
Lo
que no saben es que se puede estar en desacuerdo con lo que el maestro dice o
hace.
Lo
que no saben es que un maestro puede tener razón o no tenerla.
Pero
no se le puede pegar a un maestro.
No
se le pega a un maestro.
A
los maestros no se les pega.
Y
no lo saben porque son unos burros.
Y
si no lo saben que lo aprendan.
Y
si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.
Y
si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.
Que
se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el
mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se
les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de
su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y los demás gobernadores, los de
ahora, los del año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo
que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de
diecisiete, los rateados, los bochados, los analfabetos, los repetidores, los
padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos:
Que
no se le pega a un maestro.
No
se le puede pegar a un maestro.
No
debo pegarle a un maestro.
A
los maestros no se les pega.
Sepan,
conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen,
incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre
están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los maestros son
sagrados."
Pegarle
a un maestro - Mex Urtizberea
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesa conocer tu opinión sobre este tema. Házmela saber aunque no concuerdes con lo aquí expresado.. Solamente serán borrados los comentarios ofensivos o anónimos.